La Línea P
La
Línea P es un conjunto de búnkeres defensivos (fortificaciones militares capaces de resistir y repeler el fuego enemigo) realizado en secreto principalmente durante el mandato del dictador Francisco Franco. La parte situada en Cataluña es conocida como "la Línea Gutiérrez". Se contruyó desde 1939 hasta 1948 y estuvo principalmente destinada a impedir una posible invasión de España por parte de los Aliados. Aprovechando la barrera natural de 500 km formada por Los Pirineos, se llegó a construir la impresionante cifra de 5.000 búnkeres (¡uno cada 100 metros!) de los 10.000 previstos inicialmente.
La línea está compuesta de búnkeres semienterrados hechos de hormigón armado y a veces unidos entre si por túneles (emplazamientos de artillería, puestos de observación, refugios de tropas). Los búnkeres se agrupaban en los llamados "Centros de Resistencia", que a su vez estaban clasificados según su nivel de riesgo. Aunque jamás llegó a ser armada, la línea estaba preparada para recibir ametralladoras pesadas y ligeras, cañones de infantería y antitanques, defensas antiaéreas y morteros. Ella fue protegido peor que otras construcciones de la época y era hasta obsoleta (las paredes de los blockhaus alemanes solían tener hasta 2 metros de espesor). Hasta la muerte de Franco en 1975, era un secreto militar : si alguien hablaba demasiado del asunto, ese alguien tendría problemas. Definitivamente se abandonó en los años 80. Después de un período de desclasificación, los archivos militares han vuelto a ser de difícil acceso. Hoy en día se cree que son aproximadamente 2.000 búnkeres los que siguen en pie.
En el lado francés, los alemanes también construyeron una línea fortificada entre 1942 y 1944 denominada
Sperrlinie Pyranäenfront porque temían que España se pasara al bando de los Aliados. La línea contaba con una cuarentena de búnkeres, principalmente torretas de tanques semienterradas.
Al igual que en el Muro Atlántico, estos búnkeres son construcciones estándar.
Para saber más sobre el tema :
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Es indispensable llevar una linterna potente para penetrar en los búnkeres. Se recomienda llevar casco. No olvides comprobar donde pones los pies: es fácil caerse, especialmente en los pozos de acceso... Unas herramientas de jardinería pueden ayudar a despejar la entrada de los búnkeres más cubiertos por la vegetación. Como todos los lugares abandonados, los búnkeres pueden estar llenos de basura. Algunos de los búnkeres están en propiedades privadas.